Sentí hace un tiempo, por mucho tiempo, tener muchas cosas.
Cuando en realidad, lo que estaba haciendo,
era elegir no tener nada.
Tal vez no entiendan lo que quiero decir con esto, tal vez el único que lo entienda sea yo, o tal vez ni siquiera yo lo entienda, pero por lo menos ahora le encuentro sentido.
Tal vez no entiendan lo que quiero decir con esto, tal vez el único que lo entienda sea yo, o tal vez ni siquiera yo lo entienda, pero por lo menos ahora le encuentro sentido.
Mi vida era una vida normal, no tenía nada y no me quejaba,
pero no porque no pueda tenerlo, podría haberlo tenido todo, sin embargo no lo
tuve, porque no quise, no lo elegí de esa forma. Yo pensaba que uno nunca se daba
cuenta que es lo que tiene, ni cuando lo tiene, o cuando NO lo tiene. Pero yo
creo que en el fondo, bien en el fondo, sabía lo que estaba haciendo, estaba
escogiendo no tener nada, para poder tener algo. Pero nunca supe bien que era
ese algo que tenía.
Un día me acosté, y me di cuenta que esa elección de ser poseedor de nada, fue un método de defensa contra el miedo. El miedo de poder perder ese algo.
Por qué?
Por qué uno no querría tener nada? Simplemente por el hecho de que nos da miedo perderlo?
Es más o menos decir que no querés un millón de dólares por miedo a perderlo, o que tampoco te bañes porque mañana te vas a ensuciar de nuevo.
Esa elección que tomé sobre no tener nada me pareció buena, pero no me había dado cuenta que en realidad, si tenía algo, solamente que ese algo no me importaba. No me importo el hecho de tenerlo, pero lo más importante es que tampoco me importaba perderlo. Y me di cuenta que eso, lamentablemente, no se puede elegir. Uno no puede elegir qué es lo que le importa, no podes levantarte un día y decir “esto no me importa tenerlo” o “no me importa si pierdo esto”. Simplemente te pasa, no elegís a que le das o no valor, que queres o no. No lo decidís vos. Lo sentís y punto.
Un día te va a pasar lo que me paso a mí y te vas a dar cuenta que uno no elige que ese algo sea importante en la vida, te vas a dar cuenta que las cosas tienen importancia porque si, ya sea porque te hacen feliz, increíblemente bien, o porque te hace inmensamente o te hace sentir lo que nunca pensaste que ibas a sentir en tu vida. Y no podes manejar eso. Eso no lo vas a escoger vos, simplemente te va a pasar. Un día te vas a dar cuenta que simplemente vas a tener algo, y no vas a poder lograr que no te importe. Y tampoco vas a poder no tener miedo a perderlo. Y menos vas a hacer que te de igual o no tenerlo.
Lo único que puedo decir, es que si tenés ese algo, que de verdad te importa, que de verdad te hace feliz, que de verdad lo amas y de verdad te hace bien. Disfrutalo, aprovéchalo, vivilo, amalo. Nunca se sabe cuándo no vas a poder tener más ese algo, o cuando se va a perder, o cuando se va a terminar.